Posiblemente muchos de vosotros hayáis visto o escuchado un interesante spot publicitario de un "Banco no Banco" , "el cine no cine", "el grito no grito", "el templo no templo", "el arte no arte", "el viejo no viejo"...En esa misma línea argumental del equipo creativo de ING, a los que felicito, hoy quiero hablaros de la "Venta no Venta".
La realidad es que, en los salones de peluquería, o no vendemos o vendemos de manera anecdótica. Hace unas décadas, las gasolineras eran unos lugares inmundos, llenos de grasa, y ahora son supermercados, inclusive, vinculados a grandes cadenas de distribución. ¿Por qué ha sucedido esto? Por algo bien sencillo: porque tienen clientes. Y si nosotros tenemos clientes tenemos tantas oportunidades de vender como clientes vienen al salón. Ante 500 clientes al mes, 500 oportunidades para venderles, o más bien, como hasta ahora por desgracia viene sucediendo, para no venderles. Y eso sin contar a los "Clientes no Clientes" que pasan por delante de nuestro "Escaparate no Escaparate"...
¡La venta no venta!... me gusta. Me gusta ese eslogan. La venta se genera mucho mejor si prescindimos de la tensión de querer vender. Me explico: la venta, en contra de lo que mucha gente puede pensar, es algo natural; la venta es la consecuencia de un buen diagnóstico y de una adecuada información de las necesidades conscientes e inconscientes del cliente y de ofrecerle diferentes alternativas para satisfacer esa necesidad. Es por tanto, la "Venta no Venta" informativa la mejor manera de propiciar la venta.
Informemos al cliente durante el desarrollo de cada uno de nuestros servicios de todos y cada uno de los productos que le estamos aplicando. Hagámosle consciente de los motivos que nos han impulsado a usar esos productos y no otros y las consecuencias que le ocasionaría a corto y medio plazo el no aplicárselos.
Me gusta mucho la "Venta no Venta". Parece contradictorio pero no lo es.
Fuente original: https://www.facebook.com/TaheGestionByJoseFernandez/
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