Como dueños de salones, en la mayoría de los casos, no solemos tener un sueldo, vamos agarrando de la caja lo que “sobra” al final del día. En los días buenos ganamos mucho, en los días malos... bueno, no hablemos de los días malos.
La realidad es que estamos robando a nuestro propio negocio. Sí, leíste bien... estamos ROBANDO.
Como empresarios que somos, debemos desarrollar consciencia financiera. Todo negocio tiene Gastos fijos y gastos variables, los ingresos que se perciben en un periodo determinado, digamos un mes, menos la suma de los gastos del mismo período, nos da la rentabilidad de nuestro negocio. Hasta aquí hablamos de rentabilidad bruta, ya que deberíamos tener en cuenta los impuestos y otros detalles, pero vamos a mantenerlo simple.
¿Me debo esperar entonces a fin de mes para cobrar exclusivamente lo que quede de beneficio?
Dependerá de si trabajas tu negocio (dedicas horas de tu tiempo a operar tu empresa) o sólo eres un inversor.
Si trabajas tu negocio, debes tener un salario más una parte de la utilidad, si sólo has invertido y no dedicas tiempo a la operación del Salón, deberías cobrar solamente una parte de la utilidad que genere el mismo.
Lo primero será definir tus gastos. Aunque la lista puede ser más o menos compleja según el caso, vamos a mencionar algunos de los gastos más comunes en un Salón de Belleza:
Gastos Fijos:
Renta del local o cuota de hipoteca
Nómina (parte fija)
Sistema de gestión
Renta de Aparatología
Gastos Variables:
Servicios: Electricidad / Agua / Gas
Amenidades: Revistas / café / refrescos / otros
Consumibles de limpieza
Lavandería (toallas, capas, etc)
Producto técnico y de reventa
Herramientas y Accesorios de trabajo
Nómina (parte variable / comisiones / horas extras)
Tasa de mantenimiento y renovación del Salón
Publicidad y Marketing
Capacitación
Cada Salón tendrá su propio esquema de gastos, pero estos suelen ser los más comunes. Me gustaría que me dijeras en los comentarios si quieres que profundicemos sobre este tema en próximas publicaciones.
¿Qué pasa entonces cuando vamos agarrando lo que sobra al final del día? Que la mayoría de las veces no podemos afrontar los compromisos de pago con nuestros proveedores, o peor aún, con nuestros colaboradores, y jamás sabremos si nuestro negocio funciona realmente o no.
Para tener un negocio de Éxito es imprescindible conocer nuestros gastos y gestionarlos conscientemente.
Si operas tu negocio, debes tener un salario y este debe estar incluido en tu estructura de gastos. Debes tener un salario fijo e incluso un componente variable si tu operación está vinculada directamente con las ventas. Si operas tu negocio y no tienes un salario, estás subsidiando tu tiempo y tu Know How y los resultados de tu salón no serán reales.
Aquí nos topamos entonces con la pregunta del millón... ¿Cuánto me debo pagar?
Lo primero que debemos dejar claro es que no “te estás pagando un salario” te lo está pagando tu negocio. Tu Salón, tu Empresa, es una entidad independiente y así debes tratarla. La respuesta a esa complicada pregunta, es en realidad muy sencilla, y se resuelve con otra pregunta:
¿Cuánto puede pagar tu negocio a alguien que haga tu trabajo?
Imagina que por algún motivo te ves en la obligación de alejarte de tu Salón por un tiempo y tienes que contratar a alguien que se ocupe de hacer todo lo que tú haces... ¿Cuánto pagarías a esa persona? ... Ahí tienes la respuesta, la cantidad que hayas pensado, debería ser tu salario.
Tu Salón debe ser capaz de cubrir todos sus gastos, incluido tu salario, y generar utilidad al cierre de cada período. Así funcionan los negocios de éxito.
Para crecer tu Negocio, debes estar dispuest@ a re invertir esa utilidad y vivir exclusivamente de tu Salario, al menos en los primeros años, pero de esto hablaremos en una próxima entrada.
Cuéntanos tu experiencia en comentarios y comparte este post con algún dueño de negocio que conozcas y consideres que pueda ser de su interés.
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