Siempre andamos necesitados de una puesta a punto. Todo lo que en un momento dado funciona tiene tendencia a dejar de hacerlo. La biología -la propia naturaleza- nos lo demuestra. Todo tiene un principio y un fin. Nacemos con una energía impresionante, y morimos siendo una triste sombra de lo que fuimos. Los salones no viven al margen de esta realidad. Nacen con una enorme vitalidad y terminan apagados y sin vida. Pero lo que es evidente es que unos negocios nacen y mueren a la velocidad del rayo, y algunos perduran incluso al paso de varias generaciones.
Para gozar de buena salud tenemos que dotarnos de hábitos saludables. Y los negocios -nuestros salones- necesitan de buenos hábitos para perdurar y gozar de prestigio.
La medicina preventiva es la mejor de todas y no requiere de ir a ninguna consulta. incluso los salones, bien dirigidos, bien organizados, y bien dinamizados, necesitan de permanentes y constantes "puestas a punto".
¿Y qué revisaremos en esas "puestas a punto"?:
1º -Revisaremos el personal. Las funciones y la productividad de cada miembro de nuestro equipo. 2º -Revisaremos si el horario que tenemos sigue siendo el más adecuado. 3º -Revisaremos la marcha de cada una de las áreas productivas de nuestro salón. 4º -Revisaremos los procesos de trabajo (protocolos) buscando siempre su optimización y su actualización. 5º -Revisión de la oferta de servicios. Buscando siempre aportar dinamismo e innovación a nuestro negocio. 6º -Revisión de metas. Los objetivos individuales, por áreas, y globales se han de ir actualizando periódicamente.
Detrás de cada revisión deben de surgir muchas decisiones. El principal trabajo de todo Director es tomar decisiones; decisiones que nos obligarán a actuar, a modificar, a despedir, a estudiar, a analizar, a probar...
Dirigir es algo apasionante que nos obliga a nosotros mismos a estar siempre "A punto".